Comunidad EIC
Las intensas lluvias que afectaron la zona centro-sur de Chile durante este invierno, dejaron cuatro personas fallecidas, más de 33.200 damnificados, 41.500 aislados y casi 33.000 evacuados, según el último balance del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Ante este escenario, en donde ocurrieron desbordes de ríos, corte de caminos, socavones y una serie de problemas para la población, vuelve a plantearse la interrogante sobre la eficiencia de nuestro sistema institucional y la falta de medidas preventivas que se anticipen a estos desastres.
El académico de la Escuela de Ingeniería Civil de la PUCV, Francisco Martínez, se refirió respecto a este tema y profundizó en la importancia de construir en zonas delimitadas:
“Más allá del tipo estructural o material, las construcciones de uso permanente se deben ubicar en zonas que están delimitadas para este uso, a partir de estudios hidrológicos e hidráulicos de la zona, en caso contrario se corre el riesgo de inundaciones y por consiguiente daños materiales, pudiendo o no verse afectada la infraestructura en sí”.
Además, profesor de la EIC agregó que “es ideal que las casas, al ser construcciones livianas, no se ubiquen en zonas de riesgo. Frente a ello, el propio Sernageomin ha definido lineamientos y delimitaciones de dichas zonas para evitar que este tipo de construcciones se ubiquen allí. Lamentablemente y por distintas razones, las personas vuelven a ubicarse en esos lugares expuestos a efectos de crecidas”.
¿Cómo prevenir este tipo de desastres?
El profesor Francisco Martínez reconoce diversas acciones para que los efectos de la naturaleza impacten de menor medida: “En primer lugar, Chile aun adolece de una acción combinada entre organismos públicos y, en menor grado, privados, para ayudar a delimitar zonas de riesgo por inundación, especialmente en zonas apartadas geográficamente”.
En este mismo sentido, considera que existen pueblos alejados, “en donde nos enteramos de estos desastres, salvo varios días después o donde no conocemos con certitud sus características naturales”.
Por último, el académico de la EIC señala que aún contamos con pocas delimitaciones de riesgo y varias de ellas están desactualizadas o realizadas con criterios que necesitan de una revisión técnica, lo cual representa una oportunidad para el campo laboral de la ingeniería: “Hoy en día construir tales mapas no es una tarea tan compleja, pues contamos con el apoyo de sistemas de información geográfica (SIG) que pueden ser operados en conjunto con softwares de modelación hidráulica e hidrológica, los que han facilitado enormemente este tipo de estudios en tiempos razonables. Esto abriría un enorme flujo de trabajo para profesionales del área y universidades, con impacto social directo en la comunidad y donde aprenderíamos mucho más sobre las características de nuestros ríos”.
¿Qué es lo que dice la legislación actual al respecto?
De acuerdo a la La Ley General de Urbanismo y Construcción, se establece que los planos reguladores comunales deben definir aquellas áreas restringidas al desarrollo urbano por constituir peligros potenciales.
Estas áreas restringidas están definidas en el artículo 2.1.17 como “zonas no edificables” o “áreas de riesgo”.
En las zonas “no edificables” está prohibido de plano cualquier edificación de tipo permanente. Mientras que en las “áreas de riesgo” requiere la incorporación de obras de ingeniería para eliminar o mitigar los efectos de los eventuales desastres, como la crecida de los ríos junto con un estudio elaborado por un profesional especializado, el cual debe ser aprobado por los organismos competentes.
23/10/2023