Hoy en día es fundamental conocer la capacidad que presentan las estructuras antes de que las mismas sean sometidas a la acción de terremotos fuertes. Esto ha motivado el desarrollo durante las últimas décadas de procedimientos de análisis de la vulnerabilidad estructural, que van acompañados de la aplicación de modelos que recogen la respuesta no lineal tanto geométrica como constitutiva. Los resultados de la evaluación de la vulnerabilidad sísmica permiten la toma de decisiones sobre llevar a cabo proyectos de reforzamiento pre-sísmicos empleando diversas técnicas o incluso la posibilidad de implementar sistemas de protección mediante disipadores o aislamiento sísmico.