El desempeño de los suelos ante condiciones dinámicas toma particular relevancia en zonas de alta sismicidad, donde la combinación “movimiento sísmico-condiciones de depósitos” puede conllevar problemas como licuefacción, agrietamiento en suelos, amplificación de desplazamientos, entre otros. A su vez, estos problemas pueden impactar negativamente en obras de infraestructura o terrenos, llegando en algunos casos a poner en riesgo la vida de las personas. Es por ello, que es relevante el estudio permanente tanto del comportamiento de suelos como de respuestas de sitio ante condiciones dinámicas, en aras de ampliar la comprensión que se tiene del desempeño de materiales locales y así poder generar herramientas que conlleven estimaciones más precisas de las propiedades dinámicas empleadas en diseños y análisis de daños.